Una buena orientación aumenta la comprensión de edificios y, por ende, su aceptación por los usuarios. Sobre todo una iluminación diferenciada ayuda a establecer jerarquías de percepción. Por ejemplo, la iluminación lineal guía por situaciones espaciales abiertas. Por su parte, la luz en forma de bañado de paredes visualiza límites del espacio. Además, la iluminación vertical mejora la calidad de la estancia al otorgar a los espacios una apariencia luminosa y amplia. De este modo, las zonas de tránsito bien iluminadas no sirven solo para el acceso, sino que entre otras cosas propician también el diálogo espontáneo e informal entre compañeros de trabajo.
Una buena orientación aumenta la comprensión de edificios y, por ende, su aceptación por los usuarios. Sobre todo una iluminación diferenciada ayuda a establecer jerarquías de percepción. Por ejemplo, la iluminación lineal guía por situaciones espaciales abiertas. Por su parte, la luz en forma de bañado de paredes visualiza límites del espacio. Además, la iluminación vertical mejora la calidad de la estancia al otorgar a los espacios una apariencia luminosa y amplia. De este modo, las zonas de tránsito bien iluminadas no sirven solo para el acceso, sino que entre otras cosas propician también el diálogo espontáneo e informal entre compañeros de trabajo.