El Museo de Shanghái y la iluminación de ERCO: un legado de colaboración
El Museo de Shanghái, fundado en 1952, es una institución de primer orden dedicada al arte antiguo chino. Situado en el número 201 de Ren Min Da Dao, en la Plaza del Pueblo, su colección abarca cerca de 1 020 000 objetos distribuidos en 33 categorías, entre los que se incluyen 140 000 clasificados como tesoros a nivel nacional. Esta colección extensísima ofrece una visión profunda de la amplitud y la riqueza de la cultura material china.
La relación entre el Museo de Shanghái y la iluminación de ERCO se remonta a más de tres décadas atrás, cuando se empezaron a utilizar las lámparas halógenas de ERCO. En los últimos años, el museo ha utilizado las luminarias LED de ERCO para hacer pruebas en exposiciones temporales, lo que demuestra su compromiso continuo con las soluciones de iluminación avanzadas.
De cara al futuro, el Museo de Shanghái ampliará su presencia en tres emplazamientos: el Museo de Shanghái Este, el Museo de Shanghái en la Plaza del Pueblo y el Museo de Shanghái Norte. El Museo de Shanghái Este albergará exposiciones permanentes de objetos históricos de China, mientras que los otros recintos se centrarán en presentar exposiciones especiales que destacan la diversidad de las culturas mundiales. La iluminación de ERCO ocupa ahora un lugar destacado en el Museo de Shanghái Este.
Exposición «En la cima de la pirámide: la civilización del antiguo Egipto»
Del 19 de julio de 2024 al 17 de agosto de 2025, el Museo de Shanghái en la Plaza del Pueblo (Galería de exposiciones, 1.ª planta) acogerá «En la cima de la pirámide: la civilización del antiguo Egipto», una exposición iluminada por ERCO.
Esta exposición supone un hito importante, ya que se trata de la primera colaboración entre un museo estatal chino y el Gobierno egipcio y, más en concreto, es la mayor exposición de objetos egipcios jamás organizada fuera de Egipto y la exposición de este tipo de mayor nivel en toda Asia.
Iluminando la historia: un delicado equilibrio entre conservación y presentación
La exposición «En la cima de la pirámide: la civilización del antiguo Egipto» en el Museo de Shanghái presenta un diseño de iluminación cuidadosamente seleccionado que armoniza las necesidades básicas de la conservación de los objetos con el intento de crear una experiencia visualmente atractiva. Consciente de la fragilidad inherente a los objetos del antiguo Egipto, en particular los compuestos por materiales orgánicos y pigmentos, la exposición otorga la máxima prioridad a la conservación. Para mitigar el riesgo de fotodegradación, se ha aplicado en toda la exposición una estrategia de bajos niveles de lux, lo que garantiza que los objetos sigan siendo visibles y minimiza al mismo tiempo el daño potencial causado por la exposición a la luz.
Para una exposición precisa, en las vitrinas se han utilizado luminarias Axis de ERCO. Diseñadas para la iluminación de objetos delicados, las Axis no emiten luz UV y presentan un factor de daño excepcionalmente bajo que oscila entre 0,140 y 0,187mW/lm. Su excelente control del haz resalta meticulosamente los intrincados detalles de cada objeto, mientras que la adaptabilidad del sistema permite ajustes para adaptarse perfectamente a las diversas dimensiones y características de las vitrinas.
Los objetos más grandes, como las esculturas monumentales y los sarcófagos, se iluminan con los proyectores Parscan y Optec de ERCO. Estas soluciones de iluminación sólidas y versátiles proporcionan una iluminación amplia y mantienen un control preciso de la dirección y la intensidad del haz. Al colocar estratégicamente las fuentes de luz fuera de las vitrinas, el diseño minimiza los reflejos y el deslumbramiento, lo que permite a los visitantes disfrutar de una visión clara y sin obstáculos de estas piezas impresionantes.
Un aspecto crucial en la estrategia de iluminación de la exposición es la aplicación de un ángulo de iluminación de museo de 30 grados. Esta técnica consiste en colocar las fuentes de luz en un ángulo de 30 grados con respecto al plano vertical de los objetos expuestos. Con este enfoque se reducen eficazmente las sombras y se consigue revelar la forma tridimensional y los intrincados detalles de la superficie de los objetos. Además, así se minimizan los reflejos que distraen la atención, de modo que los visitantes pueden admirar en su plenitud la artesanía y el arte de los objetos.
Para crear un entorno coherente y visualmente agradable, se ha utilizado una temperatura de color constante de 3000K en toda la exposición. Esta luz blanca cálida y neutra complementa los tonos predominantemente cálidos de los objetos del antiguo Egipto y realza así sus colores y texturas naturales. Esta uniformidad en la temperatura del color sirve de guía para los visitantes a lo largo de la exposición y fomenta una sensación de continuidad y armonía visual.