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Señor Palladino, usted es milanés, en cualquier caso, vive y trabaja aquí desde hace años – ¿puede describirnos la importancia cultural que tiene la catedral para Milán, el papel que desempeña en el tejido de la ciudad?
Bueno, yo no nací en Milán, pero después de más de 30 años de vivir y trabajar aquí, podría pasar por milanés. La catedral no es solo una de las obras más impresionantes y majestuosas de la arquitectura italiana – ya que también representa el corazón de Milán, tanto geográfica como emocionalmente. En primer lugar, su construcción en forma de anillo es característica de la ciudad, que encuentra su centro en la «Piazza» y se extiende desde allí hacia la periferia. Este aspecto puramente geográfico se transforma luego en una dimensión más bien personal. La catedral tiene un valor sentimental especial para los habitantes de Milán, es muy importante para ellos. Es el símbolo de su ciudad, la estatua de la «Madonnina» sobre el capitel es como un faro, una orientación segura cuando se mira al cielo.
La instalación llega al extremo en muchos aspectos.
¿Cuál fue su primera idea básica respecto al diseño para la nueva iluminación exterior de la Catedral de Milán?
La idea básica era dotar a la catedral de una puesta en escena a la altura de su importancia. El nivel de iluminación general en el entorno de la «Piazza» fue aumentando durante los últimos años. Por eso, para la catedral necesitamos ahora intensidades lumínicas mayores que las que generaba la instalación que habíamos instalado hace unos veinte años.
En el año 2015, rediseñó usted, en colaboración con ERCO, toda la iluminación interior de la catedral, utilizando en total unas 800 luminarias LED de la familia Parscan. ¿Existe alguna relación entre su concepto de diseño de iluminación para el interior de la catedral y la nueva iluminación exterior?
Esta medida iba mucho más allá de una simple sustitución, era un proyecto con una planificación absolutamente nueva. La Antigua instalación continuaba generando suficiente intensidad lumínica horizontal, pero también dejaba las columnas, los capiteles y las capillas laterales de la iglesia en la penumbra. Por el contrario, el nuevo concepto de iluminación priorizaba las superficies verticales, lo cual se corresponde con la intención de la arquitectura religiosa gótica. Utilizamos en total 860 luminarias en el interior, la mayoría con ópticas de proyección intensiva: la alta precisión de sus distribuciones luminosas permitía acentuar con luz los capiteles y otros muchos detalles de la iglesia. Además, la nueva iluminación exterior ilumina ahora las vidrieras grandes, lo que permite admirarlas en el interior con toda su potencia luminosa. De este modo se crea un vínculo visual real, lo que permite percibir la arquitectura en su totalidad.
La nueva iluminación interior de la cathedral con la tecnología LED de ERCO ha demostrado tener una eficiencia energética enorme. ¿Hasta qué punto supone la iluminación exterior también un beneficio en cuanto a la eficiencia energética?
La potencia instalada para la iluminación interior es ahora de 26,5kW en total, después de haber reequipado algunas luminarias para fines especiales. La potencia instalada para la iluminación exterior es ahora de 35kW. Si lo comparamos con los 58kW de antes, significa una reducción de aproximadamente un 40%. Y no hay que olvidar que, al mismo tiempo, las intensidades lumínicas medias de toda la construcción han aumentado en torno al 40%: antes estaban en 50-60lx y ahora están en 80-90lx. A fin de cuentas, podríamos decir que hemos conseguido un ahorro de energía comparable al de la iluminación interior. Esto se lo debemos sobre todo a la luminotecnia tan potente y de gran calidad de los proyectores ERCO, que repercute especialmente en los precisos haces luminosos y en las pérdidas mínimas debido a la luz dispersa.
La Catedral de Milán es un emblema que se encuentra en un espacio urbano con una elevada concentración de edificios. ¿En qué medida supone este lugar un desafío para el concepto de iluminación, también de cara a la luminosidad del entorno? ¿Cómo se ilumina una construcción de este tamaño sin perjudicar su entorno inmediato?
En los últimos años se han ido sumando muchas fuentes de luz alrededor de la catedral. Por eso se hacía necesario aumentar un poco las intensidades lumínicas en las superficies de mármol. Además, decidí utilizar LEDs con una temperatura de color de 4000K para intensificar el contraste con el entorno y conseguir que los detalles pudieran apreciarse mejor. Por un lado, la catedral ya se ve desde lejos, por otro no deja de ser parte integrante de la plaza y debe funcionar aquí – al fin y al cabo domina la plaza también durante el día.
¿En qué medida hubo restricciones en el montaje de las nuevas luminarias exteriores debido al tema de la protección del patrimonio histórico? ¿Dónde se montaron o instalaron exactamente las nuevas luminarias – también en los edificios de enfrente? ¿Qué supuso un desafío especial durante el montaje?
Los proyectores están repartidos en tres niveles de montaje, por un lado, en edificios situados en los márgenes de la plaza, luego en los mástiles de alumbrado alrededor de la catedral y, finalmente, en el propio tejado. La instalación llega al extremo en muchos aspectos: utilizamos en total 650 proyectores con diferentes distribuciones luminosas, algunos a una distancia de más de 120m respecto a la superficie de la fachada que debían iluminar. También la altura de los puntos de instalación varía bastante. Para la instalación en el techo de la catedral hemos diseñado soportes de montaje especiales que no suponían una intervención permanente en la estructura protegida. También necesitamos operarios para trabajos verticales y herramientas especiales para instalar los proyectores en las zonas más altas o en ángulos estrechos, como requerían los puntos más críticos del diseño.
En este proyecto era importante lograr una calidad de luz y eficacia extremas.
¿Por qué decidió utilizar precisamente las series Lightscan y Gecko del programa de ERCO?
En este proyecto era importante lograr una calidad de luz y eficacia extremas. Precisamente ante tales requisitos, los productos ERCO pueden marcar la diferencia definitiva.
¿Se hizo una prueba de luz in situ? ¿En qué medida ayudó la caja de herramientas de ERCO a encontrar la solución de iluminación adecuada y a lograr el efecto luminoso deseado?
¡No, no hubo pruebas de luz o simulación en maquetas! Si se piensa en las circunstancias espaciales, una maqueta no hubiera aportado ningún resultado valioso. Al contrario, podría dar lugar a falsas impresiones que llevaran al diseñador a cometer errores peligrosos. En la planificación aplicamos otro método: partiendo de un modelo de la catedral realizado por ordenador, simulamos la iluminación con dos programas diferentes. Durante la implementación, ERCO tuvo en cuenta nuestras ideas en lo relativo a modificaciones especiales de los productos de serie, por ejemplo, con los soportes de montaje, los flujos luminosos, las temperaturas cromáticas y los equipos de encendido correspondientes.
Además, la nueva iluminación exterior ilumina ahora las vidrieras grandes.
Italia cuenta con una enorme riqueza en patrimonio histórico, como iglesias y otros edificios históricos. ¿Cree usted que la nueva iluminación de la Catedral de Milán influirá en la iluminación futura de tales edificios históricos? ¿En qué dirección avanza, desde su punto de vista, la iluminación de edificios históricos en estos momentos?
La tecnología LED ha cambiado la planificación de la iluminación. Hoy es posible iluminar edificios históricos desde mayores distancias que antes, podemos crear contrastes y modelar mejor las formas. Nuestra nueva iluminación exterior de la catedral confirma la pretension de poder iluminar no solamente bien, sino, de hecho, mejor y reduciendo el consumo de energía. Antes podía verse la catedral – ahora se puede contemplar de verdad, sí, analizar. Esta es, en mi opinión, la diferencia más importante y la que hará avanzar la planificación de la iluminación en los próximos años.
El ingeniero eléctrico y diseñador de iluminación Pietro Palladino conoce ya la Catedral de Milán como la palma de su mano: en el año 2000 planificó la iluminación exterior, que acaba de sustituir por la tecnología LED más avanzada de ERCO; en 2015 finalizó la iluminación interior de la catedral, utilizando igualmente herramientas de iluminación ERCO. Palladino, nacido en 1958, es considerado un experto en la iluminación de edificios históricos, la cual ha reinterpretado cuidando la estructura histórica del edificio de forma efectiva – por ejemplo la antigua oficina de aduanas de Venecia, conocida como «Punta della Dogana», que fue convertida en museo. Pero también otros planes maestros de iluminación para Milán y otras ciudades, o la iluminación de edificios nuevos, como el aeropuerto de Venecia forman parte del repertorio de la oficina Ferrara Palladino, que dirige en Milán desde hace más de 25 años junto a su socia, la arquitecta Cinzia Ferrara. Palladino ha asumido a lo largo de su carrera varios puestos de responsabilidad en asociaciones profesionales, como la APIL (Asociación Italiana de Profesionales de la Iluminación). Enseña diseño de iluminación en el célebre Politecnico di Milano (Universidad Politécnica de Milán) y ha publicado una serie de libros de texto y libros especializados sobre el diseño de la iluminación. Conoce y valora los productos de ERCO casi desde los comienzos de su carrera – más o menos desde que comenzó a trabajar, a principios de los noventa, en la iluminación de proyectos importantes por encargo del grupo energético ENEL, por ejemplo, la Pinacoteca Vaticana en Roma o la Iglesia de San Lorenzo en Florencia.
el taller de obra de la Catedral de Milán Tanta tradición es extraordinaria: desde hace más de seis siglos, exactamente desde 1387, existe la «venerable fábrica» como se traduciría literalmente el nombre italiano del taller de obra de la Catedral de Milán. Gian Galeazzo Visconti, entonces señor de Milán, puso la primera piedra de la catedral y encargó la organización de los trabajos de construcción a un comité formado por nobles y clérigos. Al igual que otras instituciones similares de otras ciudades europeas, como Estrasburgo, Colonia o Viena, el taller de obra debe encargarse también del cuidado, mantenimiento y restauración de la catedral desde que se dio por terminada su construcción en 1813. Para ello no solo dispone de numerosos talleres con canteros y otros artesanos, sino también de la cantera en la Candoglia piamontesa, de donde se extrae el mármol para la catedral desde que se inició su construcción. También pertenecen a la Fabbrica el Museo de la Catedral en el Palacio Real, ubicado en la plaza de la catedral, así como una biblioteca y el gran archivo de historia de la construcción de la catedral. De forma prioritaria, el taller de obra se ocupa de las obras que la catedral requiere continuamente: de las reparaciones diarias, de la sustitución de los elementos de mármol desgastados, de las medidas preventivas fundamentales o de las renovaciones técnicas – como la sustitución de la iluminación interior y exterior. La Fabbrica dispone para ello de un presupuesto anual de unos 30 millones de euros.
Una entrevista con el diseñador de iluminación Pietro Palladino.
Entrevista realizada por Kristina Raderschad