Red de trayectos orgánica
La sociedad de inversión eslovaca Penta, que en este caso actúa no solo como promotor inmobiliario sino también como explotador, contrató para este proyecto al internacionalmente reconocido estudio de arquitectura italiano de Massimiliano Fuksas. Al diseñar el centro comercial, que abarca dos plantas principales, los arquitectos otorgaron prioridad a la accesibilidad interna del complejo. En lugar de los habituales pasajes estrictamente rectos y flanqueados por tiendas, desarrollaron para el Bory Mall una red de trayectos con carácter orgánico. Los pasajes de trazado sinuoso y curvado, que se estrechan y ensanchan según el tramo, permiten un recorrido variado y estimulante por la galería. En algunos puntos, los trayectos llegan a ensancharse hasta formar pequeñas plazas con una elevada calidad de estancia, ideales para intercalar tranquilas pausas reparadoras durante las compras. Numerosas aberturas en el techo entre ambas plantas principales permiten que la luz natural llegue a los pasajes inferiores. Con sus formas alegres, reminiscentes de la arquitectura de los años 50, enriquecen la calidad espacial de estos trayectos para curiosear. Los techos blancos y los suelos con pavimento de piedra natural clara y parqué acentúan aún más la atmósfera acogedora en el interior del centro comercial.